El choque de cuartos de final jugado en La Plata tuvo un sólo protagonista: Brasil. El seleccionado carioca siempre llevó las riendas del partido, hizo circular bien la pelota pero no fue preciso en los últimos metros. En la primera mitad casi no inquietó a Villar como sí lo hizo en la segunda parte dónde falló en la definición y transformó al uno ex Newell's en la figura de la tarde.
Paraguay, de flojo nivel en la competencia con respecto a su versión en el Mundial de Sudáfrica, se paró atrás aunque no mostró la clásica firmeza de otros tiempos y dependió de las manos de Villar o de las malas decisiones de los brasileños, para sostener el cero. En ataque no se mostró en el primer tiempo ya que Lucas Barrios y Haedo Váldez estuvieron muy lejos de la línea media y los avances peligrosos recién vieron la luz en tiempo suplementario ante un Brasil que dejó muchos espacios en pos de la victoria. En el segundo tiempo el arquero Julio César había sido un espectador de lujo.
Históricamente la tanda de penales tiene poco que ver con el desarrollo del encuentro. Esta vez no fue la excepción salvo por la ineficacia brasileña a la hora de definir. Elano, André Santos y Fred remataron afuera y Villar controló el tiro de Thiago Silva. Así Paraguay clasificó jugando muy mal ante un Brasil que, sin ser brillante, tuvo tal vez su mejor actuación en esta extraña Copa América.
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