La selección verdeamarelha se quedó con justicia con el trofeo que había tenido su partido de ida en Córdoba (0-0). Desde principio a fin fue más que una endeble formación de Sabella que privilegió el aspecto defensivo a progresar en el campo rival. Lucas se hizo dueño del mediocampo y a partir de allí todo fue más fácil para Ronaldinho y Neymar (figura), las estrellas del combinado local.
Argentina sólo inquietó con algunas subidas de Pillud en sociedad con Augusto Fernández aunque daba la sensación de que la única forma que tenía el seleccionado de Sabella para modificar el tanteador era con alguna jugada de pelota parada.
En el primer tiempo Brasil no pudo cristalizar su dominio en la red pero sí lo hizo en la segunda mitad. Pese a su superioridad, el local abrió el marcador paradójicamente con una jugada de contragolpe en la que combinó precisión y velocidad. Argentina casi no tuvo respuestas y sufrió el lógico segundo gol.
Queda poco para destacar de estos dos encuentros con Brasil. Tal vez la conclusión mas clara (y preocupante) es que Sabella no tiene un gran recambio en el medio local para los jugadores que actúan en el exterior.
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