El Rojo tuvo un muy mal primer tiempo y lo pagó caro. Internacional consiguió dos goles antes de los 30' y el cauteloso esquema de Mohamed se hizo añicos. Sin embargo Independiente pudo torcer el rumbo y mejoró considerablemente su producción en la segunda mitad ante un equipo local confiado por la ventaja conseguida. El descuento de Maxi Velázquez a los 3' del complemento encendió la esperanza pero a siete minutos de ir al alargue, Hilario Navarro cometió una ¿infracción? dentro del área y Kleber de penal la transformó en gol y título.
Tal como había sucedido con la Suruga Bank, Independiente no supo aprovechar su momento y dejó escapar la posibilidad de obtener su 17º trofeo internacional. Más allá de estas oportunidades de coronación, está claro que en el juego el Rojo está lejos de las épocas que lo llevaron al primer plano mundial. Y encima da la sensación de que no le queda ni la mística copera para imponerse ante la adversidad.
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