El elenco de Ramón Díaz obtuvo el triunfo indispensable para mantener las chances de ser campeón. Sin un buen rendimiento, los de la Banda Roja golpearon primero y luego se aprovecharon del nerviosismo de Independiente. El Rojo fue oponente hasta el segundo gol. A partir de allí el partido estuvo de más y sólo sobresalió el accionar de algunos hinchas de Independiente que rompieron el alambrado de la tribuna Centenario del Monumental y arrojaron las butacas a la parcialidad local.
Las paradojas del fútbol hacen que River, que hace casi dos años transitaba por el mismo camino que hoy Independiente, tenga chances de campeonato. El Millonario está lejos de lucir en juego pero hoy ganó una de las tres finales que le quedan. Si logra todos los puntos que restan (el próximo es Lanús, rival en la lucha por el título) ya tendrá un mérito más que suficiente para merecer la vuelta olímpica.
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