Una de las máximas de los clásicos dice que no importa cómo pero hay que ganarlos. Y asi fue como Boca triunfó en La Bombonera. River, sin una abrumadora superioridad, fue más en el arranque principalmente porque se entendió mejor con la pelota y se quedó con una buena parte de los balones divididos en el mediocampo. Lamela demostró sus condiciones y se hizo eje del juego millonario mientras Riquelme estaba ausente. Pero no encontró en Pavone y, principalmente, Funes Mori los socios ideales y el equipo de JJ careció de profundidad.
Pero en el fútbol todo puede cambiar en cuestión de minutos. Carrizo, tanta veces salvador e inobjetable protagonista de la buena temporada de su equipo, se equivocó, falló en una salida tras un córner y metió la pelota en su propio arco. Y minutos más tarde poco pudo hacer cuando a Palermo le quedó servido un balón para anotar de cabeza. Duro impacto para River, que encima sufrió algunos desaciertos de Loustau y compañía que lo privaron de algún penal a favor.
El elenco de López intentó mantener los atributos del comienzo pero el resultado sería irremediable. Contó con algunas chances claras para descontar en el arranque del segundo tiempo, donde evideció a la vez el flojo presente de Caruzzo e Insaurralde y su impericia a la hora de marcar en el arco contario, pero se fue desdibujando y con el correr de lo minutos Boca fue ganando tranquilidad y hasta pudo haber ampliado el marcador.
Martín Palermo escribió otra escena para su película, la última del superclásico. Y Boca armó su Promo Feliz: triunfo y su archirrival a pasos de la Promoción.
Video: You Tube. Fotos: Olé
Asi lo vio:
Tremendamente Motivados: "Un polvo superclásico"
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