Con oficio y contundencia, Boca se adueño del clásico del reencuentro. River no aprovechó su dominio en los minutos iniciales y el campeón vigente del fútbol argentino pegó en la primera ocasión que se le presentó en el arco de Vega. La expulsión del Chori Domínguez por mérito propio agudizó el golpe anímico que significó la desventaja y el trámite se hizo irreversible para los de Almeyda, a los que sólo le quedaron el amor propio ante un equipo con todas las letras. El 2-0 final (los dos goles de Blandi) reflejó en definitiva el presente de cada uno.
Podrá no ser estético pero "el método Falcioni" da sus frutos. Un equipo sólido en defensa, que trata de exprimir al máximo las ventajas que le dan sus rivales y que rara vez pierde la calma cuando es superado. Así fue durante el último Apertura que lo consagró campeón y así fue anoche: River hizo el gasto en el inicio pero a la primera de cambio Boca estaba 1-0. El Millonario intentó incluso con uno menos pero el xeneize se mantuvo inmune y liquidó el pleito a casi diez minutos para el final cuando en el trámite casi que estaba definido desde la expulsión de Domínguez.
River podrá lamentar las malas decisiones de Abal que derivaron en la no por eso justificable expulsión del Chori Domínguez (además del offside en el inicio de la jugada del primer gol que en realidad le corresponde al asistente) pero lo concreto es que fue el propio Millonario el que no aprovechó su momento, el que no logró reponerse ante la inmerecida desventaja y el que no pudo suplir la ausencia de su conductor. Almeyda no ayudó mucho para eso pese a los cambios ofensivos. No encontró variantes y ya venía torcido desde el vamos con las incompresibles presencias de Vella y Arano, la elección de Ponzio por encima de Martín Aguirre y la insistencia de utilizar a Sánchez por izquierda cuando quedó claramente demostrado que su lugar es el sector opuesto.
Chaco vivió el regreso del partido más esperado. Boca se quedó con una lógica victoria si tenemos en cuenta que es el último campeón y su archirrival está en la B. River presentó una buena propuesta futbolística en el inicio pero por la contingencias del encuentro se fue diluyendo y sólo quedó en buenas intenciones. El domingo se define una Copa de verano que, por resultado y presente, parece encaminarse para el lado de La Boca.
1 comentario:
Una vez que no hay quilombo afuera, se pelearon adentro... Qué los paríó.
Espero que hayan jugado bien al menos.
Saludos.
EL 10 Y 10 MÁS
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