APERTURA 1990: RIVER 1 RACING 1

4° fecha Torneo Apertura 1990 –Domingo 9 de septiembre de 1990 

River Plate: Oscar Fernando PASSET; Hernán Edgardo DIAZ, Juan Amador SANCHEZ, Gabriel del Valle MEDINA, Jorge Manuel GORDILLO, Jorge Gabriel VAZQUEZ, Ornaldo Javier CLAUT, Juan José ROSSI, Ramiro CASTILLO, Carlos Gabriel BATISTA y Leonardo Andrés FERNANDEZ. Suplentes: José Miguel, Marcelo Alejandro Roulliet, Juan José Borrelli, Daniel Ernesto Gutiérrez, Ariel Ceferino Beltamo. DT: Daniel Alberto Passarella. 

Racing Club: Sergio Javier GOYCOCHEA; Marcelo Adrián SOZZANI, Cosme Julián Ubaldo ZACCANTI, Néstor Ariel FABBRI, Sergio Fernando MIGUEZ, Víctor Hugo ANDRADA, Hugo Leonardo PEREZ, Norberto ORTEGA SANCHEZ, Leonardo Daniel SELENZO, Osvaldo Salvador ESCUDERO y Fabio Miguel GIMENEZ. Suplentes: Ignacio Carlos González, Juan José Distéfano, Ramón Raúl Berdejo, Fernando Darío De Llano, Rodrigo Fabio Gambirassi. DT: Nelson Pedro Chabay. 

Goles: PT 15’ 0-1 Hugo PEREZ (RC). Remate de derecha desde 37 metros. ST 12’ 1-1 Leonardo FERNANDEZ (RP) 

Cambios: ST 0’ Daniel Ernesto GUTIERREZ x Claut (RP), ST 14’ Ariel Ceferino BELTRAMO x Carlos Batista (RP), ST 19’ Fernando Darío DE LLANO x Fabio Giménez (RC) 

Estadio: River Plate (campo muy bueno) Arbitro: Ricardo José Calabria (8 puntos según El Gráfico). 
Recaudación: 471.960.000 australes. Entradas: 12427 

Análisis: Aceptable. Racing arrancó en actitud protagónica a través del encuentro Périco Pérez –Ortega Sánchez –Escudero y se puso en ventaja gracias a un formidable zapatazo lanzado por Perico desde más de 35 metros. Reaccionó River y se hizo dueño del partido, acorralando a su rival desde el comienzo del segundo tiempo. Así logró su empate y siguió presionando en busca de la victoria que podía haber conseguido si adelante hubiera tenido la potencia necesaria (El Gráfico). 

La figura: Ramiro CASTILLO (RP) (7 puntos según El Gráfico) 

La previa: La barra brava de Racing había ido a apretar en la semana al técnico Nelson Chabay. Hugo “Périco” Pérez los enfrentó diciéndoles que los que no ponían lo que había que poner eran ellos, los jugadores. En la cancha la gente aplaudió a “Perico” y silbó al resto una vez concluido el encuentro.


 Fuente datos, fotos e info: Revista El Gráfico

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