Boca intentó durante todo el encuentro pero no fue lúcido en gran parte al irregular andar de Riquelme. La visita, un atípico equipo brasileño que privilegia la faz ofensiva por sobre el ataque, nunca se desesperó, aún quedando en desventaja a poco del final, y consiguió la impensada igualdad aprovechando un pelota perdida por Román en mitad de cancha y una desatención de Clemente Rodríguez en la marca.
El miércoles próximo entonces, en Pacaembú, se resolverá una historia que quedó abierta. ¿Podrá Boca imponer su mística, su experiencia en finales coperas por sobre su rival?. ¿O los brasileños ratificarán su buen andar en la competencia (están invictos) y sacarán a relucir los problemas que el xeneize demostró en el torneo local en el tramo final de la temporada?
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