La derrota de River ayer ante Colón era tan lógica como pensar que en los últimos dos encuentros del Apertura puede cosechar cero puntos. Un equipo sin brújula, desorientado aún cuando tenía entrenador, y que solo vivió de milagros pasajeros (buen partido ante Boca, heroica clasificación ante Botafogo por la Sudamericana) tendrá un final acorde al año futbolero que le ha tocado vivir. Jugadores sin respuestas futbolísticas ni anímicas que son una sombra de los que alguna vez fueron (Belluschi, Rosales, Fernandez, Tuzzio), otros que confunden temperamento con golpes (Ahumada,Ponzio) y unos cuantos de los que hasta sus más íntimos deben preguntarse como siguen en River o cuanto tiempo más pueden durar (Lussenhoff, Gerlo, Nasutti, Villagra.Lima etc.). Solo unos pocos se salvan del incedio por lo que alguna vez fueron o por un presente decoroso en medio de tamaña crisis (Carrizo, Ferrari, Ortega), porque son jóvenes y tienen el crédito abierto (Falcao, Buonanotte, Ríos) o porque tuvieron tan pocos minutos para demostrar si pueden permanecer en River que no da para calificarlos (Zárate, Peralta).
La negativa de Ramón Díaz le clavó otro puñal al moribundo River y al deficiente ciclo de Aguilar como presidente. Tiempo atrás, en una de las tantas etapas críticas de River, más precisamente en abril de este año, habíamos adelantado que el hombre a buscar era Enzo Francescoli. Ante la lógica negativa del Principe, no quedó otra que recurrir al riojano. Pero luego del no, parece que cualquiera puede subirse a comandar el timón del Millonario. Que Simeone, que Borghi, que Gallego. Cualquiera o ninguno puede ser el mandamás técnico. El Bichi aparece como el más potable por situación contractual pero el Cholo hace tiempo que viene amagando con dejar Estudiantes. Mientras otros apenas o ni siquiera asoman entre los candidatos en este momento que da para cualquier cosa, así que deben despedirse (a no ser un batacazo de última hora) si tenían la ilusión de dirigir o volver a River alguna vez (Pumpido y Veira son los casos más emblemáticos en este punto).
River atraviesa una de las peores crisis de su historia. El caos es politíco y futbolístico. Todos los grandes, incluso el Millo, han pasado por momentos de derrumbe y han resurgido. Tarde o temprano lo hará. Todo el mundo riverplatense reza para que sea inmediato. Tal vez ahí hay un punto de inflexión: en estos últimos años han sido más la súplicas que las firmes decisiones.
4 comentarios:
La sequía de Ríver ¿recién empieza?
Caligula!
la boca se te haga a un lado! aunq semejante tanda de errores en seguidilla pueden terminar con fracasos futbolisticos uno tras otro!
abrazo de gol
www.tremendamentemotivados.blogspot.com
Ruben
El problema es que la dirigencia falla hace 6 años. Entonces esto no debe sorprender.
Hasta que no se renueve la dirigencia, River seguirá siendo un fiasco! Asi de simple
Saludos
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