- Haber jugado en clubes grandes y/o en Europa, a pesar de no ser un jugador destacado
o de virtudes discutibles.
- Jugadores que física y futbolísticamente no daban para más y, en vez de retirarse, siguieron “jugando”.
- Técnicos que con escasa experiencia y/o éxitos llegaron a ocupar el cargo en clubes importantes.
- Técnicos que, a pesar de reiterados fracasos, continúan dirigiendo.
Esta sección, aunque parezca lo contrario, está hecha con el mayor respeto posible y representa la humilde opinión de un tipo al que le gusta el fútbol. Cada jugador o técnico que aparecerá en la misma es “testeado” previamente, es decir: varias personas
tienen el mismo pensamiento. No se niega alguna virtud en las personas que aparecen pero se pondrá en evidencia el porque son elegidos. Gracias.
SUGERI nombres para ser incluidos en esta sección.
Juan Eduardo Esnaider.
Delantero con fama de pocas pulgas y varios hechos que lo certifican. Surgido en Ferro, con 6 partidos en la temporada 1990-91 sin goles, le echaron el ojo de Europa, dada su participación en Selecciones Juveniles. Iba a ir al Milan sin embargo se lo llevó el Real Madrid por 2.000.000 de dólares.
Todo bien hasta que fue uno de los protagonistas de los incidentes ante Portugal en el Mundial Juvenil jugado en dicho país y que motivaron que Argentina fuera suspendida por la FIFA impidiéndole participar en el Mundial Sub 20 de Australia ’93. Según el propio jugador a la revista El Gráfico del 21 de abril de 1992 este incidente fue una de las razones por las que no tuvo oportunidades en el Real y fue cedido a la filial.
En 1993 fue emigró por 500.000 dólares a préstamo a Zaragoza donde compartió equipo con Fernando Cáceres y Darío Franco. Una seguidilla de buenas actuaciones, destacándose una ante el Tenerife sensación de Valdano con 2 goles, lo puso en los primeros planos y Esnaider declaraba a El Gráfico: “Ya no soy el loquito que fui”. Con este equipo ganó la Copa del Rey y la Recopa Europea. Fue su mejor momento en el fútbol.
Volvió al Real y recaló en Atlético Madrid para la temporada 1996-97. Luego jugó en Espanyol de Barcelona y, a pesar de no destacarse, Juventus lo adquirió en la temporada 1999-00. No tuvo mucha participación y volvió al Zaragoza donde dentro de todo cumplió la confianza depositada. Un año en el Porto y el regreso luego de tantos años a la Argentina: River había puesto los ojos en él, era el 2002. Solo 1 gol, ante Tuluá por la Libertadores, en 14 partidos y el adiós del millonario con el título del Clausura bajo el brazo. A pesar de todo llovieron ofertas: Arsenal (de Sarandí, tampoco la pavada) y de Arabia Saudita entre otras. Pero, en una actitud que si es para destacar, se puso los cortos para Cadetes de Mar del Plata, club de su ciudad que lo formó y en el que realizó una inversión millonaria en un predio modelo para la ciudad y la zona apuntando a la formación de juveniles, para jugar el Argentino B. El 14 de setiembre de 2002 se calzó la diez, su equipo perdió 2-1 ante Banfield (MdP) y él, tras el partido, tuvo un cruce con el árbitro por lo que fue informado y suspendido por 3 fechas. Fue debut y despedida.
Vaya a saber como Esnaider fue al Ajaccio de Francia para la temporada 2003-04. Luego jugó en Real Murcia donde tuvo un encontronazo con una periodista. Vuelta al país para jugar en Newell’s y marcar su único gol oficial en torneos argentinos ante Huracán de Tres Arroyos el 27 de febrero de 2005. Una semana después volvió a convertir: en contra ante Colon.
Esnaider también jugó en la Selección mayor dos amistosos en el ciclo de Passarella: en 1995 en Mendoza ante Venezuela fue autor de dos goles en el 6-0 y en 1996 en Mar del Plata ante Yugoslavia marcó, de penal, el 1-1 parcial en la derrota 3-2. Bielsa lo observaba en el 2000 pero Esnaider jugaba poco y nada en la Juventus. Hoy esta retirado y se dedica a su proyecto en Cadetes.