Los de la Ribera no brillaron pero fueron justos campeones. Pasaron cierta zozobra en la fecha 32, el 27 de diciembre, cuando Estudiantes, el único que quedaba con posibilidades de arrebatarle el festejo, lo goleó 4 a 1 y quedó a dos puntos.
El torneo se terminó en enero de 1932. Ni más ni menos que el primer día de ese año, por la penúltima fecha, Boca enfrentó como local a Talleres de Remedios de Escalada a quien derrotó por 4 a 2. Dos días más tarde Atlanta, último en el torneo, y que sólo ganó 4 partidos, venció 2 a 1 a Estudiantes y provocó que automáticamente, a falta de una jornada, el xeneize fuera campeón. La última victoria de los bohemios había sido en la fecha 10, ante Racing.
El día de reyes, por la última jornada, Boca visitaba a River por lo que dio la vuelta olímpica en la cancha de la avenida Alvear. La fiesta fue completa ya que ganó 3 a 0 con goles convertidos en el primer tiempo por Alberino (20’), Muttis (34’) y Varallo (42’). Esa tarde los de azul y oro alistaron a Domingo Fossati; Armando Dedovich y Ramón Mutis; Juan Evaristo, Cayetano Silenzi y Pedro Bonifacio Suárez; Miguel Angel Nardini, Domingo Tarasconi, Francisco Varallo, Roberto Cherro y Antonio Alberino.
Boca ganó 22 partidos y empató y perdió la misma cantidad de veces: 6. Convirtió 86 goles y le marcaron 50. En condición de local venció en 11 ocasiones, con 4 igualdades y dos caídas, 47 goles propios y 22 rivales. Como visitante también sumó de a dos en 11 encuentros pero se invirtieron las pardas con las derrotas (2 y 4 respectivamente). Festejó 39 veces y sufrió 28 tantos.
El goleador fue Francisco Varallo con 27 anotaciones, 18 de las cuales fueron de jugada, 2 de cabeza, 3 de tiro libre y 4 de penal. Finalizó tercero entre los artilleros del torneo y Roberto Cherro lo siguió entre los xeneizes con 19 goles. El técnico fue Mario Francisco Fortunato
Ramón Alfredo Mutis y Antonio Américo Alberino dieron el sí en las 34 presentaciones. No tuvo expulsados propios y sí rivales (4). Marcó 6 de los 8 penales que le sancionaron a favor y le convirtieron sólo 1 de los tres otorgados a sus adversarios.
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