Croacia hizo historia y se metió con justicia en la final de la Copa del Mundo, la primera de su vida, al superar por 2 a 1 a Inglaterra en la semifinal jugada ayer en Luzhniki Stadium.
Ni el tempranero gol (golazo de tiro libre) de Trippier primero, ni otro alargue (Croacia llegó en todas las series a prorroga) después, hicieron mella en la mente y el físico de un equipo que tiene coraje, actitud y también una dosis de buen juego.
Inglaterra no mostró nada, por momentos pareció pesarle el escenario. Sólo de pelota parada inquietó ante un rival que fue incluso más claro con el balón a medida que pasaban los minutos y seguía en desventaja. Luego de la igualdad los dirigidos por Dalic fueron por más y merecieron ponerse en ventaja. Pero necesitaron de otro alargue para imponerse, esta vez sin la necesidad de la lotería de los penales.
El domingo habrá campeón. Será alguno de los dos equipos que humillaron a Argentina. Francia, con un estilo mas directo, intentará coronarse tras 20 años. Croacia buscará dar el golpe, jugando lo que le de el cuerpo pero seguramente dejando hasta la última gota de sudor.
Semifinal, día 2:
Croacia 2 Inglaterra 1
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