BOCA, EL MENOS MALO


Pocos podrán objetar que Boca fue más que River y por eso se quedó con una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino gracias a los dos goles del chileno Gary Medel para decretar el 2-0. Difícilmente también se pueda poner sobre el tapete que el nivel del encuentro fue paupérrimo, acorde al presente de las instituciones.

Boca fue superior por el peso de sus individuales. A pesar del flojo nivel que muestra jornada tras jornada está claro que la técnica de la mayoría de sus jugadores es superior al del otrora millonario. El mediocampo y la ofensiva son dignas de temer más allá de los momentos y hoy se devoraron, sin sobrarle demasiado, a un tibio River que penó con la improvisada mitad planteada por Astrada (Almeyda – Ahumada –Rojas). Las flaquezas del equipo de Alves se encuentran en el fondo, más con la inusual última línea de hoy (Muñoz- Bonilla –Luiz Alberto y Monzón), armada por las complicaciones sufridas (lesión de Ibarra, malestar estomacal de Morel Rodríguez). Y si sus deficiencias pasaron casi inadvertidas, mucho se debe a la “buena voluntad” de un joven Funes Mori, tal vez con un futuro promisorio, pero con una actualidad errática. Es injusto tal vez caerle al delantero, pero desaprovechó dos oportunidades inmejorables para darle otro curso al cotejo.


El xeneixe encontró la ventaja tras una pelota parada ejecutada de rastrón por Riquelme y empujada a la red por el chileno. River intentó pero casi que ni inquietó y Boca pareció siempre más armado. Así, en el arranque del segundo tiempo, buscó aumentar el marcador y lo consiguió tras una buena jugada colectiva. Los de Astrada mejoraron con los ingresos de los jóvenes Affranchino y Pereyra pero ya se vislumbraba que era tarde para milagros.

Medel, apenas empañado por su expulsión, Méndez, Gaitán y García sobresalieron en el ganador. Y no olvidarse de Riquelme, pedido para la Selección ante la atenta mirada de Maradona desde su palco: sin brillar y a su ritmo, marcó las diferencias de nivel con sus rivales. River fue la entereza de Gallardo y poco más, nada extraño para un plantel limitado y ante algunas decisiones discutibles de su técnico (lo mencionado, la formación del mediocampo).

Alves y su Boca tendrán paz. La tormenta, y no la del domingo, se cruzó de vereda.

4 comentarios:

Matías Rodríguez dijo...

puede ser que haya sido el menos malo, pero gano con total claridad eh, un saludo amigo, excelnte informe

El_Acertijo dijo...

creo que Boca no jugó tan mal, pero no sale un poco la gallinita del alma en el título! jajaja!

Abrazo y te linkee!

Marco dijo...

Está bien que River es una calamidad. Pero Boca ¿jugó igual contra River que contra Tigre?

Esférico Balón dijo...

Tal vez tengas razón Acertijo jaja...En realidad el título hace más referencia al presente de cada uno: con la victoria Boca dejó en claro que, más allá de un lugar en la tabla de posiciones, es menos malo que River. Gracias por linkearme