Boca superó anoche 2-0 a River y se quedó con el primer superclásico del año que se jugó en Mar del Plata ante una multitud. River arrancó mejor, con más presencia en la zona ofensiva tal cual lo que pregona el arriesgado esquema de Simeone pero que tiene como deficit que los que defienden queden mano a mano con los atacantes rivales. Así cada avance de Boca finalizaba en foul y el xeneixe se fue tornando cada vez más peligroso con los envíos de Riquelme. Un tiro libre fue el origen del primer gol de Boca, conquistado por Battaglia en segunda jugada, que a partir de entonces creció en el juego y tuvo chances de aumentar. River también generó situaciones pero su nivel no era el mismo que el de arranque. Así Boca, otra vez tras un tiro libre, marcó el segundo a través de un cabezazo de Palermo ayudado por el travesaño (se tomó del mismo con uno de sus brazos) en un tanto que debió ser anulado. Luego quedó poco para remarcar. Los de Ischia manejaron la pelota y pudieron estirar el resultado ante un rival desorientado. Boca fue clásico y se quedó con justicia con el super. River apostó por un sistema táctico distinto y no le salió bien pero era el primer encuentro con estos nombres. Lo que tendrá que tener en cuenta Simeone es que con estos defensores (Tuzzio y, principalmente, Cabral y Gerlo) no le quedará más remedio que recurrir a viejos pero más seguros esquemas.


